Me gustaría compartir la visión que he aprendido (gracias a Pau Ventura) y experimentado sobre la función del portero del balonmano.
La función del portero más conocida popularmente es la de parar el balón. Entrenamos para ello. Es el resultado más visible para cualquiera que vea a un portero en acción. Incluso muchos dicen “como sea y con lo que sea”. Refiriéndose a que hagas lo que quieras pero hay que pararla.
La mayoría de las veces que nos encontramos videos por las RRSS de paradas, vemos que los porteros realizan posturas espectaculares, incluso con acrobacia incorporada. Es una acción muy llamativa para cualquiera. Y siendo realistas, queremos ver más de eso. De poner la pierna en el larguero y que el balón salga rebotado hasta el techo. De ver como se estira totalmente paralelo al suelo y logra parar el balón con los pies. ¡Es todo tan espectacular! Pero, ¿qué parte hay de show y que parte hay de objetividad?
Si por nosotros (los porteros) fuera, pararíamos todas así. Pero hay dos inconvenientes principales. El que lanza y el resultado. El que lanza quiere marcar gol y quiere hacer más goles que tu equipo. Así que se las va ingeniar para que no se las paremos. Parar de forma espectacular con esas figuras y esos balones despedidos por chocar con nosotros seguramente no sea la mejor opción, ya que, por una parte, el jugador se adaptará a tus gestos y empezará a cambiar el lanzamiento y, por la otra parte, en el caso que la paremos con esa figura no tendremos control del rebote y posiblemente tendrán otra opción de atacar nuevamente.
Entonces nos preguntamos otra vez...
¿Cuál es la función del portero?
¿Tiene sentido que no sea la de parar?
Dejemos claro que el portero tiene que parar. Debe parar. O mejor dicho, debe evitar que sea gol. Como portero, pertenecemos a la defensa. Aunque seamos los únicos con algunas normas diferentes, somos parte de un equipo defensivo. Dentro de nuestro roll en defensa es dirigir y comunicarnos con nuestros compañeros para… ¿Para qué? ¿Para que no lancen? ¿Para que nos lo pongan fácil? Creo que esto es pasarse las responsabilidades de unos a otros. Como equipo defensivo debemos mirar todos al mismo objetivo. Y ese objetivo es recuperar la posesión del balón. Cada uno tiene su manera: robando balón, disuadiendo pase provocando el error, cometiendo faltas hasta que piten pasivo… Y nosotros, como portero ¿solamente lo hacemos parando?
Está claro que parar es una forma de poder recuperar posesión de balón. Siempre y cuando no haya un rebote para el otro equipo. Pero hay otra manera muy cercana de recuperar posesión y sin tocar el balón. Y es con el error provocado. Ya sea por ocupar espacio, estar tan bien colocado y que el lanzador deba afinar tanto el lanzamiento que termine siendo palo, fuera o área. O ya sea por ofrecimiento. Podemos hacer creer que el lanzador tiene una ventaja de espacio pero en realidad está cayendo en nuestra trampa.
¿Y qué me dices de los contraataques que recibimos? Son difíciles de parar. Es un uno contra uno donde a primera vista el lanzador tiene más ventaja que nosotros. Pues hagamos que esta ventaja no ocurra. Vamos a actuar antes de que el portero contrario dé el pase. Hagamos que se lo piense dos veces antes de que suelte el balón disuadiendo la trayectoria de este. Y así evitamos el lanzamiento. Evitamos el tener que parar una situación, a priori, en desventaja.
En resumen, lo que quiero decir es que tenemos que tener claro es que la función del portero, el objetivo, es recuperar posesión de balón. Ya sea disuadiendo el pase, ocupando espacio provocando el error o realizando una parada.
Porque que en la estadística me salga que he parado muchos balones no necesariamente significa que sea buen portero. ¿O si?
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Grande Fran! En mi caso yo me he dado cuenta con el paso del tiempo que las acciones “espectaculares” han perjudicado mucho al mundo del portero en etapa de formación. Ya que esos “levantamientos de pierna” sin justificación acaban ocasionando porteros que mecanizan acciones que a la larga no saben como parar de otras formas. Para ello hay que seguir explicando y poniendo en contexto cuando se pueden usar esas acciones para poder conseguir porteros y porteras que tengan más recursos. ¡Más formación real y menos espectacularidad!
Gran reflexión Fran, gran suerte haber podido trabajar y aprender con Pau también.
Que interesante sería que todo porterx hiciera esta reflexión. Ya que muchas veces se valora más ser “espectacular” que eficaz.
Menos “higlights” y más formar porterxs inteligentes que entiendan el juego y el verdadero objetivo que tenemos los porterxs.